El esfuerzo
en desarrollo tecnológico debe incrementarse y siempre
será rentable.
Especialmente,
aunque sin ánimo de exhaustividad, hay que centrarse en:
•
Mejorar la eficiencia de las energías renovables.
•
Incrementar la seguridad intrínseca de las centrales
nucleares.
•
Demostrar la capacidad de gestionar los residuos
radiactivos con riesgos mínimos para el medio ambiente.
•
Conseguir la captación de CO2 de las centrales
de carbón a costes razonables.
•
Mejora la eficiencia de las calderas y de los ciclos
combinados.
•
Gasificar el carbón a precio competitivo.
•
Descarburar los hidrocarburos como paso intermedio a la
economía del hidrógeno.
La
Fundación para Estudios sobre la Energía se compromete a
fomentar las investigaciones en estas áreas, cooperando
con los organismos y entidades energéticas interesadas en
ello, y buscando patrocinios y sinergias que propicien e
incrementen la atención prestada a estos desafíos del
desarrollo tecnológico, que podrán contribuir
significativamente a mejorar nuestro futuro energético.
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